martes, 28 de mayo de 2013

Un poquito Rodari y su fantasía


Tras una breve lectura de algunos de los capítulos de “la gramática de la fantasía”  he realizado algunos comentarios de algunos de los temas que trata Rodari.


Empecemos por el abuelo que se convertía en gato, esa figura del abuelo que está en casa y nadie le hace caso y decide irse a vivir aventuras y en efecto vive aventuras pero…. No como humano si no como gato. El abuelo se ha convertido en un gato y cuando vuelve a su casa le hacen más caso. Luego se pregunta a los niños ¿queréis que el abuelo se convierta en gato? Según lo que nos cuenta Rodari casi todos los niños dicen que si, hasta ahí bien pero a mí lo que he ha llamado la atención es la niña la reflexión que hace, no quiere que se convierta en abuelo , pues con lógica piensa “¿para qué va querer ser otra vez abuelo si así nadie le hace caso y como gato si?” algo tan sencillo como ese pensamiento se nos pasa a muchos por alto lo normal es como dice Rodari por simpatía al abuelo querer que se otra vez abuelo, pero ¿ y si al abuelo le gusta ser gato? ¿y si como piensa la niña lo que quiere el abuelo es que le hagan caso? ¿No lo consigue siendo gato?

En otro capítulo habla de las historias de la mesa, de la cuchara avión que entra en un túnel para alimentar a un niño que no quiere comer pero embobado porque una cuchara sea un avión y queriendo seguir ese juego come. Y es que en la mesa se pueden crear muchas historias, si y no nos damos cuenta. Como muestra Rodari en la mesa puede surgir un binomio fantástico , además uno que aplicamos inconscientemente: nariz- cuchara ej. : había una vez una nariz que iba caminando tranquilamente cuando de repente “rata-pon” se tropieza con una cuchara volante y no solo eso sino que la cuchara trasportaba un trozo de judía que se ha metido por la nariz, ya tenemos el comienzo de una graciosa historia y eso que solo estábamos comiendo. Y es que la mesa podría ser otra técnica de creación de cuentos. Me acuerdo cuando era pequeña no me gustaba el gazpacho y madre mía todavía me acuerdo de los múltiples cuentos que se inventaba mi madre para que me comiera el gazpacho improvisando ahí la pobre mujer sobre la marcha. Es más me acuerdo que luego aun cuando ya me gustaba el gazpacho hacerme la longuis y decir que no quería solo para que mi madre me contara otra historia de campesinas que hacen una fiesta de gazpacho no sé como se la ingenio mi madre pero a través de historias y cuentos el gazpacho no me gustaba y ahora es de mis platos favoritos. Hay que animar la cocina, hacer animados a la cuchara al plato u a cualquier objeto, anda que no es divertido pensar que pasaría si una silla tuviera vida lo mismo te tiraría al suelo porque no le gusta tener tu culo en ella . Para hacer algo atractivo hacia el niño hay que saber aliarse con el objetos animar a objeto dándole una vida una historia.

No se te ocurra cuando estas contando un cuento cambiar algo, no mientras el cuento les atraiga signifique algo para los niños. Me explico basándome en el capítulos “vamos a confundir los cuentos” puedo decir según lo que he visto y según como he sido yo misma que a los niños cuando un cuento le gusta o le dice algo o signifique algo para el no juegues a cambiarlo, pues los niños necesitan un orden una repetición y si cuentas algo distinto les va perturbar su mundo y no hay que culparles , plantea la siguiente situación cuando vas camino del trabajo sabes que tienes que salir a las 8 porque hay un poco de atasco y vas tardar una hora , bien pero y si un día hay un accidente ( un cambio) y hay mas atasco, te perturba porque vas llegar tarde y se ha introducido un cambio que no esperabas, pues eso les pasa a los niños, necesitan esa seguridad de que todo va igual. Pero hay que acostumbrarles a que las cosas tienen un cambio , pero hay que saber hacerlo pues bien cuando el cuento no les interese cuando el cuento ya no les diga nada ahí ya puede jugar con ellos y empezar diciendo : un día estaba caperucita amarilla.. Y que los niños interactúen diciendo no que es roja. Hay que saber en qué momento los niños se van a reír y disfrutar con ese cambio.

Hay unos temas pre determinados para unos cuentos ideal y cuentos que un cuento para un niño no puede aparecer. ¿Por qué?  yo personalmente no considero que a los niños no se les pueda hablar del sexo o de la muerte , pienso que si hay que hablarles de ello, evidentemente no como con un adulto, la cuestión no está en el que si no en el cómo. Y es que yo me pregunto yo ¿y porque hay temas tabús? Temas que está mal que se hablen, no es un parte más del cuerpo las tetas y el pito pues porque no dibujándolo como hace referencia Rodari porque nos alarmamos si vemos escrita la palabra “mierda” ¿ a caso no hacemos todos caca?. Es más cuando eres pequeño hasta estás orgulloso de cuando haces caca y no solo eso sino que cuando un niño hace caca te la enseña. Pero luego ¿por qué los adultos tendemos a relacionar las palabras caca con malo?.Comparto con Rodari la idea de crear historias y cuentos con cacas y orinales hay que provocar la risa en este tema, y también canciones y rimas. Y es que eso a los niños les gusta les gusta hablar de cacas. Al leer este capítulo y la historia que dice Rodari que trasforma del rey midas por todo lo que toca que lo trasforma en oro se cambia a el rey midas todo lo que toca se trasforma en caca, me ha recordado a un canción que cantaba en un campamento ( evidentemente como ya hecho referencia antes del lo horror de los adultos al oír la palabra, la canción la cantaba sin ninguno de ellos presente), bien pues la canción dice así : “ a mí me gusta cagar en alto y ver la mierda pegar un salgo y removerla con un palillo para que desprenda olorcillo” lo que me podía reír con esa canción y he de confesar que no puedo cantarla sin que se me dibuje una mínima sonrisa en la cara. Como dice Rodari a los niños les gusta a un adulto oír la palabra “ caca” es mas cuando lo dices los niños se miran entre si se ríen y dicen “ ala ha dicho caca jejeje” . Considero algo muy atractivo dentro de la creación literaria crear textos con la palabra caca o con toda aquella palabra “tabú” que el niño quiera decir y espero como dice Rodari que un futuro los niños pueden inventar historias educativas sin que este mal visto con palabras como caca pito o cual quiere otra, dejando pasar 24 años (desde que se publico la primera edición) pero solo nos quedan 4 años de margen (proponía esta cambio para 2017) para cumplirlo a ver a que llegamos.


 Lo que he leído hasta hora del libro me gustado y me resultado muy interesante y tengo que decir que cuando llegue el verano y esté más libre iré avanzando poco a poco por la lectura de los capítulos de nuestro amigo Rodari y su fantasía, la cual considero que siempre hay que tener presente.

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